En los primeros días de julio de 2020 comenzó a circular un informe descriptivo y analítico de Suteba Bahía Blanca (BB) que examina las condiciones de trabajo y de salud de lxs docentes bahienses en medio del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO). Sin lugar a dudas, el mundo educativo se vio trastocado en todos sus niveles, con la decisión del gobierno nacional de suspender la concurrencia en los establecimientos educativos. Para sostener el sistema, se fue generando un entramado de espacios y nuevos vínculos mediados por la virtualidad. Esta situación fue asumida por la mayoría docente con compromiso social y educativo, y una gran parte de la comunidad educativa acompaño la propuesta. Sin embargo las dificultades fueron evidentes y hasta el día de hoy, el panorama revela aspectos de difícil resolución, como el vínculo pedagógico, las trayectorias fragmentadas del conjunto estudiantil, la sobre-exigencia laboral y el deterioro de la salud en la docencia entre otros múltiples temas. Por otro lado, el sector docente está conformado mayoritariamente por mujeres, lo que le otorga características particulares en este contexto, ya que ellas se responsabilizan de gran parte del trabajo doméstico y las tareas de cuidado, lo que implica que la carga de trabajo se multiplique en medio del aislamiento.

La encuesta fue el método elegido para describir estas condiciones y comprender las múltiples contradicciones  que se presentan en tiempos de distanciamiento social y en medio del uso extendido del teletrabajo. Se mantuvo abierta durante 45 dias entre mediados de mayo y fines de junio de 2020. Respondieron a la misma 229 docentes, en general desde diversas plataformas que extendió Suteba (correo y redes sociales). Teniendo en cuenta el número de afiliadxs de la entidad local (alrededor de 2200) el número de personas que respondieron resulta representativo, aunque debe aclarase que responde a la percepción de un sector específico de la enseñanza. Otro rasgo importante a destacar es que lxs encuestadxs se dividen en un 88% de mujeres y un 12% de varones. Una gran mayoría trabajan en el nivel secundario (62%) y primario (25%), seguido en menor cantidad por terciario (12%) y especial (13%), inicial (8%) y adultos y/o formación profesional (6%). De ese porcentaje, un número elevado tiene más de un cargo (42%) seguido por personas que trabajan un cargo (24%) o el equivalente a un cargo (20%)

El informe se divide en distintos segmentos descriptivos que enfatizan ejes como la cuestión del trabajo docente y su relación con el ámbito doméstico, condiciones de trabajo, vínculos y relación con lxs estudiantes, herramientas tecnológicas disponibles, percepción sobre el teletrabajo e impacto sobre la salud, para finalizar con un análisis provisorio con el fin de construir alternativas colectivas a esta situación y presentar un estado preliminar del contexto.

Sobre la tareas docente y el ámbito doméstico

La jornada laboral docente se completa desde el domicilio, modificándose tanto en su calidad, como en cantidad y distribución de horas. Debido a esta situación, las tareas domésticas y la dinámica familiar también se han transformado. Una primera tanda de preguntas giraron en torno a la cantidad de horas destinadas a la docencia, la situación que se percibe en ASPO y la caracterización del teletrabajo en medio de la actividad pedagógica. A su vez y vinculadas a estas cuestiones también se consultó cuantas personas conviven o no con lxs docentes, que tipo de actividades se realizan en medio de la situación y cuantos personas se tienen o no a cargo.

Los resultados de la encuesta muestran que en la actualidad el 79% de lxs trabajadores docentes en Bahía Blanca perciben que trabajan más que antes, un conjunto menor expresa que trabaja igual que antes, mientras que un último grupo dice que trabaja menos o no trabaja .En términos reales esa situación se traduce en un enorme porcentaje de personas que trabajan, entre 5 y 8 horas diarias (44%), seguido de cerca por docentes que trabajan más de 8 horas (34%).

Reflexionando sobre la rutina diaria que se genera consultamos acerca de que experiencias en medio de la cuarentena. Una enorme cantidad de respuestas múltiples nos acercaron a la falta de desconexión con el trabajo, la dedicación excesiva en la jornada de trabajo e intensificación de horas de trabajo por fuera de las habituales.

Figura 1: Situación de trabajo. Fuente: Encuesta Suteba BB (Junio 2020)

En estas circunstancias, el entrecruzamiento de datos relacionados con el ámbito doméstico, y teniendo en cuenta el alto componente femenino del sector, permite identificar una serie de variables que demuestran las dificultades en las que se ve envuelta la tarea docente en medio de la cuarentena.

La mayor parte de los encuestados vive en familia (45%), en convivencia con otra persona (9%) o en pareja sin hijxs (15%). Es significativa la cantidad de personas que contestaron que viven solxs con hijxs (15%). Del total, resulta interesante que un 60% de lxs encuestadxs tienen a alguien a cargo -entre lxs que se incluyen niñxs, adolescentes, adultxs mayores y personas con discapacidad- mientras que una significativa mayoría no tiene a ninguna persona (figura 3). De ese primer grupo de personas, un 38% ejerce la tarea de cuidado en forma compartida, mientras que un grupo correspondiente al 20% ejerce el cuidado solx. Sólo un 2% expresó que tiene sus hijxs a cargo de otra persona o lo realiza de forma ocasional (7%), lo cual revelan porcentajes relacionados con la propia cuarentena y la imposibilidad de trasladar a lxs niñxs/adolescentes o permitir el ingreso de personas a los hogares.

Al trabajar desde la casa, la relación entre el ámbito doméstico y el estrictamente laboral se diluyen y eso corrobora la falta de desvinculación de lxs docentes con el trabajo pedagógico virtual. Esto influye cuando se combinan las tareas domésticas y de cuidado con las docentes. Teniendo en cuenta que el 88% de las docentes encuestadas son mujeres, el abordaje de esta cuestión se debe realizarse necesariamente en perspectiva de género.

 

Figura 2. Personas a cargo de encuestadxs. Fuente: Encuesta Suteba BB (junio 2020)

Muchos trabajadorxs de la educación especificaron que durante este tiempo realizaron distintos tipos de tareas en cuarentena que fueron significativas por su intensidad en tiempo en el marco de la excepcionalidad. Entre ellas figura el cuidado de niñxs y la ayuda en sus deberes escolares (30%) como también arreglos generales de la casa o actividades domésticas (30%).

Estos datos demuestran que las mujeres docentes estuvieron atravesadas por una multiplicación de actividades en medio de una doble presencialidad, con mayor demanda en las tareas del hogar, mayor trabajo en el cuidado de personas (aunque un porcentaje importantes es compartido), lo que conlleva a problemáticas de salud y a una mayor predisposición del cuerpo, atravesado por múltiples demandas.

La relación vinculares entre docentes y estudiantes y la percepción de la situación didáctica

La construcción de conocimiento en el acto pedagógico representa un aspecto crucial en la enseñanza/aprendizaje. Este carácter se expresa en el aula mediante la presencialidad y el entrelazamiento vincular que se genera dentro de un espacio y tiempo determinado. Ante esta situación de excepción, los procesos de enseñanza y aprendizaje se modificaron, así como la didáctica aplicada a la selección/explicación de contenidos, las tareas y los encuentros con lxs estudiantes en medio de la virtualidad. Esto necesariamente conllevó a consecuencias pedagógicas negativas donde un 62% de lxs docentes percibieron que lxs estudiantes tienen dificultades para entregar las tareas o hay desorientación aunque se entregaron las actividades, y un porcentaje de docente identificó que muchxs estudiantes no lograron captar los contenidos o directamente nunca los entregaron (22%). Solo un porcentaje muy menor de docentes apreciaron que sus estudiantes se adaptaron perfectamente (15%) (figura 3). Esto ha llevado al abandono de las materias que se encuentran cursando o directamente nunca empezaron en algunos casos, lo cual resultan datos preocupantes.

Figura 3. Percepción de lxs estudiantes. Fuente: Encuesta Suteba BB (junio 2020)

En cuanto a los recursos tecnológicos, según lxs encuestadxs se percibe que la mayoría de lxs estudiantes disponen del teléfono celular como medio principal de uso (81%). Un 44% ha visibilizado que se comparte la computadora, un 14% otros medios y un 14% no cuenta directamente con ningún dispositivo electrónico. El uso especial del celular significa esencialmente un uso de datos bastante elevado, lo cual predispone a circunstancias desiguales entre los propixs estudiantes, de quienes pueden mantener ese acceso y quienes no.

Los vínculos dentro de la comunidad educativa también nos revelan las formas en que lxs docentes pueden conversar o no con lxs padres y madres de estudiantes, siendo frecuente este diálogo. El hecho que las actividades escolares se resuelvan en el seno de cada hogar involucra a las familias y conlleva a la dedicación de un tiempo especial para colaborar en las tareas o al menos en corroborar la situación particular de sus hijxs. En relación a las condiciones de trabajo en los hogares, se verifican algunos inconvenientes en el uso del espacio compartido dentro de la familia: en general, los espacios privados domésticos en general no se encuentran preparados para ejercer un trabajo virtual, lo cual implica una readecuación que trastorna la actividad familiar y la simultaneidad de actividades.

Experiencia de teletrabajo y consecuencias en la salud

En la última sección se consultó sobre cuál es la percepción en torno al trabajo virtual de enseñanza. En ese sentido, se intentó comprender si el resultado del proceso de trabajo con medios virtuales en un momento específico del aspo tuvo resultados positivos y/o negativos.

En general la primera aclaración es que un 48% del conjunto docente ve la experiencia ni positiva ni negativa, mientras que un 32% lo ve negativo y un 20% como positivo. Los aspectos positivos remarcaron como primer orden de prioridades la falta de necesidad de efectuar viajes y gastos (50%), problema recurrente de lxs docentes que transitan de escuela en escuela. Un 63% expresó que la nueva predisposición de trabajo genera incentivos al uso de Tics mientras que en menor medida las nuevas oportunidades de trabajo didáctico (36%) y la integración tecnológica (32%) son aspectos desatacados.

Entre los aspectos negativos que fueron elegidos en mayores porcentajes, la situación demuestra que no se permite una relación pedagógica directa y real entre docentes y estudiantes (75%), se basa en una relación asimétrica entre quienes tienen acceso y quienes no (74%) y genera más trabajo y cansancio en lx docentes 72%). Por últimos la no separación entre ámbito doméstico y laboral (62%) fue un aspecto elegido por una gran cantidad de encuestadxs. Estas primeras respuestas fueron mayoritarias dentro del conjunto de aspectos negativos y obtuvieron mayor repercusión que las respuestas positivas (figura 4).

Figura 4. Aspectos negativos del teletrabajo docente. Fuente: Encuesta Suteba BB (junio 2020)

En cualquier sentido, debe relativizarse la información obtenida en términos de positividad para discernir los aspectos contextuales que afectan a lxs docentes, de como influye en su práctica laboral y que tipo de adaptaciones y acostumbramientos a las condiciones de asilamiento se han generalizado. Las comunidades educativas con mayor vulnerabilidad han tenido problemas para generar continuidad pedagógica o al menos un vínculo pedagógico que les permitiera sostenerse.

Los efectos de esta experiencia de trabajo en la salud son evidentes. La encuesta demostró fehacientemente la relación que la mayoría de lxs encuestados observa en relación con su nueva situación laboral, ya que las enfermedades dolencias o problemas de salud mental se relacionaron con la situación de aislamiento y trabajo a distancia (contestaron afirmativamente un 96% (un 49% totalmente y un 47% parcialmente).

En la frecuencia de malestares de las últimas semanas a partir de haber realizado la encuesta (junio de 2020) se perciben: 1) malestares físicos asociados a contracturas musculares y dolores de cabeza en muchas ocasiones asociados a la exposición a factores psicosociales de riesgo, malas posturas, sobrecarga laboral, sedentarismo, y desorganización en el tiempo/espacio; 2) también se observan altos porcentajes de frecuencia en malestares vinculados al impacto en la salud mental, como “dificultades en el dormir”; “angustia y ansiedad”, “tensión, molestia, irritabilidad” y miedo intenso. Estos padecimientos aparecen repetidamente en lxs docentes y están asociados a problemas de estrés, encierro, falta de relación vincular y sobrecarga laboral (Figura 5). La incertidumbre de no saber que puede suceder ha jugado un rol central en la frecuencia de problemas de salud mental; 3) los indicadores demuestran las dificultades que afrontan lxs docentes en este breve lapso de tiempo y la falta de un acompañamiento concreto sobre la salud en términos laborales.

Figura 5. Frecuencia de malestares. Fuente: Encuesta Suteba BB (junio 2020)

Conclusiones

Los datos obtenidos por el trabajo de Suteba BB revelan algunas consideraciones a tener en cuenta a la hora de verificar las condiciones de trabajo y la situación de salud laboral en ASPO.

  • En primer lugar se evidencia la sobrecarga laboral y la exigencia de adecuación de las tareas docentes dentro del ámbito doméstico particular.
  • En segundo lugar, las relaciones vinculares expresan un extrañamiento a la relación pedagógica que se genera en torno a la virtualidad y demuestran con preocupación un creciente ante el abandono estudiantil a pesar de los esfuerzos del conjunto docente por sostener la relación didáctica y vincular. En algunos casos, lxs docentes asisten a sus alumnxs llevando bolsones alimentarios o las tareas mismas en algunos barrios vulnerables.
  • Por otro lado se evidencian la falta de tiempo, la carencia de recursos tecnológicos y de condiciones de trabajo adecuadas para ejercer la tarea desde la casa, lo que conlleva a problemas diversos para el colectivo docente, entre ellas la falta de separación entre ámbitos domésticos y laborales, problemas de organización y el acceso desigual a tecnologías y herramientas virtuales.
  • La experiencia de teletrabajo en educación indica una tendencia a considerar los aspectos negativos por sobre los positivos, a pesar de que el porcentaje de aceptación intermedio es muy alto, donde los problemas relacionados con la relación pedagógica, las asimetrías que se generan y el estrés/cansancio docente, son considerados en mayor medida que las cuestiones positivas. Estos factores, dan la pauta de que la presencialidad y el trabajo didáctico áulico no pueden ser reemplazado por el desarrollo virtual y las nuevas herramientas didácticas.
  • Por último, la relación enfermedades, malestares y problemas de salud con la situación de trabajo docente a distancia deja ver las tensiones inherentes a la nueva realidad y la elevada frecuencia de los mismos en un breve tiempo. Esto influye intensamente en las formas de trabajo y en la rutina diaria de lxs docentes, que se sienten afectadxs y extrañan las relaciones directas en términos pedagógicos y el trabajo en el aula, la conversación con sus colegas y el trabajo vincular con sus estudiantes.

En Argentina, la vuelta a clase parece un desafío con varias complicaciones por delante. Ante la idea de mantener una doble jornada marcada por la presencialidad virtual y en las escuelas, con la instalación de “aulas burbujas con protocolos sanitarios”, se plantea el problema de la falta de condiciones de seguridad e higiene en muchos establecimiento educativos, y la incógnita de cómo se desarrollará la relación pedagógica en medio de un sistema dual con trayectorias diversas, fragmentadas, y en algunos casos, con abandonos evidentes por parte de lxs estudiantes. La consulta a lxs docentes sobre cómo y en qué formato volver debe ser una cuestión vital a considerar por las autoridades educativas.