Crónica de la lucha de las mujeres del Repunte
Esta crónica está escrita desde adentro no solo por ser la hermana del capitán del Repunte, sino desde adentro del corazón y la lucha que venimos realizando las familias de las victimas del Repunte.
El sábado 17 de junio de 2017 a las 9.36 horas el capitán del barco pesquero Repunte avisa que van a abandonar el barco y subir a la balsa, ya que la entrada de agua era inminente e incontrolable y no tienen otra alternativa.
Desde ese momento para ellos comenzó el silencio…
Ese sábado no se hundió un barco solamente, se hundieron esperanzas, risas, familias y un sistema que no da para más. Un sistema perverso que se alimenta con la vida de los trabajadores. Con el barco se hundieron 12 trabajadores de los cuales, sobrevivieron 2, fallecieron 3 y desaparecieron 7 en la inmensidad del mar del sur de nuestro país.
La muerte es igual para todos, pero la forma en que repercuten no, hay muertes y muertes. La muerte de tres y la desaparición de siete trabajadores de la pesca de Mar del Plata, no importa, no es noticia, es silencio….
Por eso a los familiares de las victimas del Repunte no nos quedó otra alternativa que gritar, gritar con fuerza, gritar con dolor, gritar con ganas para que no pase más. Que los barcos salgan en las condiciones de seguridad que tienen que tener, que también exista seguridad para trabajar, que se terminen las irregularidades a la hora de sacar un barco a navegar.
Nos tuvimos que unir, agrupar fuerzas y comenzar esta pelea, la cual se basa en la desigualdad. Luchamos contra redes de poder político, económico y corrupto, contra eso peleamos. Pero nosotras también somos fuertes, tenemos la fuerza del dolor al que nos propusimos poner en acción. También la convicción de que no pueden morir más trabajadores por la corrupción. Además contamos con redes de solidaridad que nos acompañan y entre todas decimos basta.
Cada 17 marchamos, pintamos murales, hacemos festivales, durante estos catorce meses realizamos muchísimas actividades pero siempre en dos ejes, por un lado el reclamo y por otro la propuesta. Así fue que llegamos a la Cámara de Diputados con un pedido de informe, fue la primera vez que se trató el tema de un hundimiento en dicha Cámara. También presentamos proyectos para la asistencia a los familiares de las víctimas. A través de nuestra lucha, conseguimos que se conforme la Comisión de Investigación Independiente, es un organismo nuevo que va a investigar los hundimientos. Así Prefectura Naval Argentina (PNA), ya no es juez y parte como hasta ahora, pues por un lado permitía que los barcos salgan en cualquier condición, como el Repunte que salió sin prueba de estabilidad luego que le colocaran los tangones, y era la misma PNA la que investigaba las causas de los hundimientos y lógicamente a ella misma no se investigaba. Históricamente las únicas causas que ha encontrado PNA en en sus informes sobre los hundimientos son dos, el clima o la falla humana, nunca existieron otras causas.
Sin embargo no podemos dejar de decir que en los últimos hundimientos, todos fueron embarcaciones de más de 50 años, la mayoría fueron modificadas, algunas tuvieron reparaciones defectuosas, falta de mantenimiento en los elementos de seguridad; balsas, chalecos salvavidas, falta de capacitación de seguridad para los tripulantes, etc. Ninguno de estos aspectos son tenidos en cuenta en los informes de PNA, por eso consideramos imprescindibles contar con un organismo independiente que nos diga cuales son las verdaderas causas de los hundimientos para poder prevenir y avanzar en la seguridad de los tripulantes.
Con la lucha tratamos por todos los medios de visibilizar la problemática de los barcos pesqueros. El Repunte no es la excepción sino la regla. Pero además intentar que no se naturalicen y se piense que no es algo inevitable de lo que no se puede escapar. Durante todo este tiempo nos movilizamos para que no se repita esta tragedia evitable, lamentablemente el 9 de junio de 2018 se hundió el barco pesquero Rigel, con el saldo de 1 fallecido y 8 desaparecidos. Una semana antes de cumplirse el año del hundimiento del Repunte esta nueva tragedia evitable nos golpeó muchísimo, no solo porque también fue un sábado sino porque sentimos que todo lo que habíamos trabajado y luchado había sido en vano.
Sin embargo, luego pudimos darnos cuenta que si no se evitó no fue porque nosotras no hicimos lo suficiente sino porque los que tienen que dar respuestas a esta problemática no lo hicieron.
Seguimos en la lucha parándonos en la calle y molestando mucho. Claro que seguimos molestando, porque las “locas del Repunte” como nos bautizaron, dicen lo que nadie quiere escuchar. Lo que siempre estuvo callado, silenciado, lo que se tapaba para que los corruptos sigan ganando a costa de la vida de los tripulantes muertos y desaparecidos.
¡Ningún Hundimiento Más!