En el año 2012 publicamos nuestro primer informe de conflictividad social en Mar del Plata. Con cierta regularidad esos informes se fueron replicando trimestre a trimestre. Hoy nos toca hacer la presentación del primer informe del año 2020 en un contexto completamente inesperado. La pandemia, provocada por la expansión del COVID-19, llevó a los gobiernos a tomar medidas de aislamiento físico. La necesidad sanitaria del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO) tiene consecuencias materiales y sociales que aún cuesta dimensionar.

La esperada “nueva normalidad” como escenario post-pandemia se sabe incierta pero consciente de su herencia. El nuevo escenario estará signado por mayor desigualdad y pobreza. Las luchas y protestas populares se ven menguadas por el ASPO. Esto significa que la barrera de contención popular a las ansias de maximización de la tasa de ganancia del capital es mucho más débil.

En Mar del Plata, los primeros guarismos de la conflictividad durante las primeras 20 semanas de 2020 indican que la ciudad no es la excepción. El Gráfico 1 muestra la caída abrupta de los índices de conflictividad a partir de las medidas gubernamentales. Las notas publicadas por el Observatorio de Conflictividad sobre la situación de lxs trabajadorxs de comercio, hotelería, educación, indumentaria, cervecerías, muestran el impacto negativo que el ASPO tiene en las condiciones de vida y trabajo de lxs asalariadxs. El ASPO es necesario, pero su aplicación no es acompañada suficiente y eficazmente por medidas que amortigüen las obvias consecuencias que dicha medida acarrea para las clases populares.

Gráfico 1

El Gráfico 1 es muy elocuente en torno a la relación entre medidas gubernamentales y caída de los índices de conflictividad abierta. La suspensión de las clases presenciales junto a la posterior instauración del ASPO impactan de forma directa en la dinámica conflictual de la ciudad. A partir de la semana 13 la línea de conflictividad se plancha en una media de 25. Sin embargo, la leve curva ascendente desde la semana 17 a la 19 indica una reactivación producto de la acumulación de suspensiones, despidos y atrasos salariales en muchas actividades.

A la caída de los índices de conflictividad le corresponde un aumento en las menciones del tópico “COVID-19” en la prensa local. El Gráfico 2 muestra de qué modo la semana 11 oficia de parte aguas.

Gráfico 2

Desde el anuncio de las primeras medidas gubernamentales el tópico COVID 19 se torna excluyente en la agenda periodística local. Esta preeminencia va acompañada de una disminución de notas referidas a conflictos. Como ya adelantamos, esto se debe a que los conflictos decrecen en el contexto de aislamiento físico, al menos durante estas primeras semanas de vigencia. Luego de su pico en la semana 10, los movimientos huelguísticos desaparecen para reemerger en la semana 16. Para ese entonces, ya modulados por las consecuencias del ASPO.

Gráfico 3

Sin embargo, el resurgir huelguístico está muy por debajo de los índices pre-ASPO. Algo similar ocurre con otras formas de protesta. Aunque con temporalidades divergentes, los picos de las distintas formas de protesta están ubicados en el período pre-ASPO.

Gráfico 4

Los ataques, los cortes de calles y rutas, los bloqueos y las ocupaciones tienen su pico en la semana 3. Como ya dijimos, las huelgas tienen su pico en la semana 10. Las manifestaciones callejeras también tienen su pico durante la semana 10, al igual que otras formas de protesta. Las reuniones y asambleas tienen su punto de mayor frecuencia durante las semanas 6 y 7. Asimismo, cada una de estas formas de protesta presentan discontinuidad temporal, con mayor peso a partir de la semana 11. La excepción son las acciones comunicacionales. Esto es coherente con las vigentes condiciones de aislamiento. De hecho, su período de mayor actividad se da a partir de su pico en la semana 11. Si bien, este formato de acción es frecuentemente el más extendido, el gráfico muestra que su peso relativo varía a partir de las condiciones de aislamiento, pues se torna un recurso estratégico para quienes quieren emprender una protesta en las condiciones actuales.

Aún quedan muchas aristas para desplegar el análisis de la conflictividad en el actual contexto de aislamiento físico. Por eso, el presente informe será periódicamente actualizado. Las nuevas versiones del informe se basarán en los nuevos resultados que arroje el procesamiento del corpus de notas que contienen referencias a conflictos.

Anexo metodológico
El revelamiento de las notas periodísticas se hizo con técnicas de scraping web. El análisis posterior de las notas se llevó a cabo con técnicas de procesamiento de lenguaje natural.
Foto: Qué digital