Las trabajadoras de Havanna conquistan mayor igualdad en términos salariales y de género

No es la primera vez que escribimos sobre la situación de lxs trabajadorxs de Havanna. En otras oportunidades hemos desarrollado problemáticas vinculadas a la escala salarial diferenciada por sexo, trabajadorxs temporarixs eternxs, quita del día femenino reglamentado por el CCT, entre otros. Estos han sido algunos de los tantos avasallamientos que realizaba -realiza- la empresa sobre sus trabajadorxs. Pero en esta ocasión venimos a contar una victoria de las trabajadoras, una lucha que luego de varias batallas dio sus frutos.

Durante años, la empresa tuvo un acuerdo salarial que diferenciaba la escala masculina de la femenina, donde las mujeres siempre estaban salarialmente por debajo de los varones, incluso en puestos similares, y también en puestos jerárquicos, a los que se veían imposibilitadas de alcanzar. Es importante aclarar que la planta cuenta con 200 trabajadorxs efectivxs de lxs cuales el 70% son varones aproximadamente. Y con alrededor de 150 trabajadorxs temporarios donde el 60% son mujeres. Esta situación se da porque a los varones los efectivizan con muchas menos temporadas que a las mujeres. Es decir, las mujeres se mantienen más años en los puestos salarialmente más bajos. 

Años atrás, las trabajadoras nos contaban que al entrar un varón ganaba lo mismo que una chica que tenía diez temporadas; “por exactamente el mismo trabajo cobra más un varón que una mujer”. Para explicarnos la situación de manera concreta, una de las trabajadoras nos relata cómo era la realidad de las alfajoreras hasta hace un tiempo: “las categorías de la escala salarial de las mujeres arrancan de base con un 22% menos que la de los varones, traducido a la práctica sería que cuando una mujer y un varón entraban a trabajar en una empresa alfajorera el varón ingresaba ganando un 22% más siendo que hacían las mismas tareas y los dos estaban aprendiendo”.

Escala salarial: básico por día[1]

A) PERSONAL DE ELABORACIÓN – EXPEDICIÓN – MANTENIMIENTO:

Encargado de Sección

1.049,71

Oficial Especializado y no idóneo

1.003,03

Oficial

956,95

Control y/o Supervisor

881,52

Medio Oficial No Idóneo

869,97

Chofer

869,97

Medio Oficial

823,59

Sereno

788,76

Ayudante

759,82

Peón

707,55

B) PERSONAL FEMENINO:

Supervisora

881,52

Calificada

794,48

Capacitada

753,93

Operaria

684,39

Inicial

579,96

Si bien la escala salarial distingue los puestos nombrándolos de maneras diferentes, lo que constituye una suerte de argumento para sostener valores salariales diferenciales; en la práctica implican las mismas tareas. Además, aducen que las tareas que los trabajadores varones realizan son de “fuerza”; mientras que, en el cotidiano las trabajadoras nos confesaban que ellas también realizaban y realizan estas mismas labores. Luego de muchos años de sentir y charlar sobre esta incomodidad y discriminación salarial, en el 2020 las trabajadoras empezaron a organizarse. Como nos cuenta una obrera:

Hace dos años atrás compañeras que hacían horas extras empezaron a ver la diferencia abismal que había entre el valor de su hora extra, que siempre es sobre el valor de la categoría que uno tiene, y el valor de la hora extra de nuestros compañeros varones, con mucha menos cantidad de antigüedad que nosotras, era abismal. Entonces, a partir de eso empezamos a organizarnos, a hablar con todas, definimos un grupo que es el que iba a llevar la inquietud al sindicato, tratamos de consensuar acciones, tratamos de formarnos, de aprender de otros convenios, de buscar las leyes que nos regulan…sabíamos por una cuestión no instintiva sino porque ya lo veníamos viendo en las leyes de protección en estas cuestiones de desigualdades que no podía ser una doble escala salarial, que estábamos discriminadas. 

El proceso para revertir esta discriminación no fue fácil. Desde la empresa la negativa a modificar esta escala fue rotunda. Por eso empezaron a articular desde el sindicato para la convocatoria e involucración de distintas instituciones que representan los derechos de lxs trabajadorxs.

Las trabajadoras que empezamos esto fuimos las trabajadoras de Havanna pero es un problema que tienen todas las alfajoreras. Entonces, en una primera instancia se reclamó al gremio y pedimos una real representación. Pedimos que se pongan la tarea de solucionar esto, que llevaba tantos años así y que era injusto para nosotras. El gremio lo tomó, digamos, puso manos a la obra en esto y nos pusimos a trabajar a la par. Con el gremio nos reuníamos todos los sábados en el sindicato, con la abogada del gremio, y con ella fuimos configurando lo que hoy tenemos como acuerdo. Al principio nos costó muchísimo, nos costó muchísimo porque a veces no encontrábamos el ámbito de discusión favorable, pasamos a veces por audiencias que fueron bastante desagradables para nosotras.

Así, las trabajadoras nos cuentan que pidieron “la intervención, no solo del Ministerio de Trabajo a nivel regional, sino que pedimos la intervención de todas las secretarías de género que habían sido creadas en este último tiempo en el Ministerio de Trabajo”. A partir de ese momento se consolidaron propuestas reales en base a acciones previas que habían desarrollado las trabajadoras. Este consistió en el análisis de todas las escalas y categorías con el objetivo de unificarlas según la labor real que se realiza en la empresa. Este proceso no es menor porque significa la revalorización de las tareas, como nos dicen las trabajadoras: “no iba a haber verdadera equidad, verdadera igualdad hasta que nosotras no revalorizaramos las tareas que existían y que hacíamos nosotras, porque íbamos a quedar, igual, en la categoría más baja e iban a querer arreglar con que ‘bueno, ya está chicas cobran igual que un peón’ y la verdad que no”.

Esta modificación implica una apertura formal a cualquier tipo de labor que ellas pretendan, es decir, en cualquier sector de la fábrica. Si “hay una oportunidad para un manejo de máquinas, ahí vamos, nunca fuimos tenidas en cuenta porque supuestamente era trabajo de varón, y son los trabajos mejor pagos, nunca se nos consideró para esas cuestiones, por más que ahora se nos quiera decir que sí, ‘sí, pero ustedes chicas siempre pudieron’. No, no porque no se nos consideraba, así que esa apertura también la tenemos, de hecho ya tenemos compañeras pidiendo oportunidad.” 

Hace semanas lograron revertir esta situación modificando definitivamente la escala salarial dividida por género. Es muy importante resaltar este logro y la lucha incansable para obtenerlo, porque como comenta la trabajadora:  

Creo que se nos abrió un horizonte con el que vamos a poder trabajar y vamos a poder aprender a trabajar nosotras también, porque son muchos años moviéndonos en una escala y creyendo que había un montón de cosas que no las podíamos hacer… Lo importante acá, que queríamos que nuestras compañeras entendieran, es que esto es una apertura a todo un mundo de posibilidades que no teníamos. Entonces, de a poco vamos a tener que ir ganando terreno, que la práctica nos va a costar en lo real, en lo concreto trabajar con los encargados, que algunos son bastante detractores de esto, pero bueno, ya está firmado lo tienen que respetar… nos va a costar, vamos a tener que construir, dar pequeñas batallas todos los días hasta que esto se naturalice  y se aprenda a trabajar de otra manera y con otra óptica ahí adentro.

Como sostiene la trabajadora, es muy importante seguir trabajando en el arduo camino que falta por recorrer, ya que “hoy por hoy este es un acuerdo que firmó Havanna con sus trabajadoras”. Asegura que el gremio está trabajando para que el resto de las empresas de la rama alfajorera en la zona se adhieran. Están analizando la manera de quitar definitivamente la doble escala salarial y lograr la escala unificada que se firmó en Havanna. Por ejemplo, en el caso de Postres Balcarce, la empresa tiene unificada la escala, pero no hay nada formal firmado, es de hecho. En estos casos, la búsqueda del sindicato, según nos cuenta, sería obtener la adhesión formal a la escala única. De esta manera, contaría con la fuerza de una ley al estar dentro del Convenio Colectivo de Trabajo.

Inicialmente es importante resaltar “que las primeras categorizaciones van a ser 60. Nosotras somos muchas más, por supuesto, pero de entrada no íbamos a conseguir todas las categorías que queríamos. Pero sí se consiguió que haya una cláusula que cada 6 meses se revisen las categorías,  se revean los puestos de trabajo. Entonces, yo creo que cada 6 meses vamos a poder ir ganando un par de categorías más”. En el día de hoy ya son varias las trabajadoras que fueron recategorizadas, incluso las obreras que ingresaron en la última temporada lo hicieron con la nueva categorización, y se espera que en octubre se abra una nueva etapa para seguir recategorizando.

Grupo de trabajadoras de Havanna el 8M de 2020

Las reuniones y asambleas estuvieron llenas de debate para analizar su situación laboral y la discriminación sufrida por su condición de trabajadoras mujeres. Estas dieron como resultado no solo la firma del acuerdo de recategorización sino, también, la consolidación de un grupo de mujeres dispuestas a abrir discusiones en torno a la cuestión de género  dentro del gremio y en sus lugares de trabajo. Por los testimonios que nos han compartido advertimos el entusiasmo y la confianza que tienen como grupo para la construcción de espacios laborales más igualitarios.

Citas

[1] Acuerdo del 9 de junio del 2017. Escala vigente a partir de Diciembre del 2017.