Durante las primeras semanas del mes de julio se produjeron distintas protestas que parecen haber cambiado la tendencia predominante de la conflictividad en la ciudad de Mar del Plata desde que arrancó la cuarentena. Este proceso está emparejado con la acumulación de diversos agravios y variaciones en la instrumentación del ASPO. Sin embargo, el pico de contagios y fallecimientos durante el mes de agosto abre un nuevo escenario, tan incierto como el anterior aunque más preocupante.
En mayo publicamos un primer informe sobre conflictividad en las primeras 20 semanas del año. En este informe actualizamos los datos hasta la semana 34 y avanzamos en una mirada comparativa con el año 2019.
En el primer informe sosteníamos que la esperada y cada vez menos próxima “nueva normalidad” como escenario post-pandemia se sabe incierta pero consciente de su herencia ruinosa para las clases populares. El nuevo escenario estará signado por el incremento inusitado de la desigualdad y la pobreza. Las luchas y protestas populares se ven fuertemente menguadas por el ASPO. Esto significa que la barrera de contención popular a las ansias patronales de mayor ganancia es mucho más débil que antes.
En Mar del Plata, los guarismos de la conflictividad durante las primeras 34 semanas de 2020 indican que la ciudad no es una isla. Las notas publicadas por el Observatorio de Conflictividad sobre la situación de lxs trabajadorxs de comercio, hotelería, educación, indumentaria, cervecerías, alimentación, call center, industria alfajorera, muestran el impacto negativo que el ASPO tiene en las condiciones de vida y trabajo de lxs asalariadxs. El ASPO es necesario, hoy más que nunca, pero su aplicación no es acompañada suficiente y eficazmente por medidas que amortigüen las obvias consecuencias que dicha medida acarrea para las clases populares.
Gráfico 1
El gráfico 1 muestra un fuerte impacto del ASPO en un 2020 que, ya de arranque, mostró un bajo índice de conflictividad en comparación con el 2019. Los totales son contundentes: el 2019 casi dobla al 2020 en conflictividad acumulada durante las primeras 34 semanas del año. La brecha entre ambos años disminuye a partir de la semana 20, y muestra un pico en la semana 27 que supera los guarismos pre-ASPO y la conflictividad que para aquella semana mostró el año 2019.
Gráfico 2
Desde el inicio de la cuarentena la agenda periodística está marcada por la pandemia (seguimiento de casos, estadísticas, comparativas, historias de vida, etc.). Esta situación es generalizada y tiene su correlato local: todos los medios de difusión de Mar del Plata difunden notas, entrevistas, crónicas e informes cotidianos sobre distintos aspectos de la asoladora pandemia. Un simple recuento de la frecuencia de los términos ‘covid’ y ‘coronavirus’ en las notas de la sección de sucesos locales del diario La Capital arroja una silueta que serpentea muy por encima de la frecuencia de palabras referidas a eventos de conflictividad. La excepción se da durante la semana 27 (primera semana de julio), cuando en vísperas de la disparada de casos locales de produce un pico de conflictividad.
Gráfico 3
La conflictividad laboral referida a huelgas y paros de actividades sufrió una fuerte disminución con la puesta en vigencia del ASPO. Luego del pico pre-ASPO en la semana 10, las huelgas y los paros estuvieron ausentes y reaparecieron después de más de 40 días de cuarentena. Entre las semanas 16 y 24 hubo actividad huelguística pero muy por debajo de los indicadores pre-ASPO. Sin embargo, la semana 27 muestra un alza muy marcada en este tipo de formatos de lucha obrera que sobrepasa y duplica los valores más altos alcanzados durante las semanas previas a la cuarentena. La caía de los índices de las últimas semanas se produce en un contexto de aumento acelerado de casos covid-19 que ponen en jaque al ya endeble sistema local de salud.
Gráfico 4: árbol de palabras sobre conflictos con paro (interactivo)
¿Cuáles fueron las huelgas más significativas? ¿Quiénes fueron sus protagonistas? El gráfico 4 nos permite identificar los distintos paros que se produjeron en Mar del Plata en lo que va de 2020. Destacan los paros de colectivos, el conflicto portuario, la huelga de repartidorxs, la protesta de la Sociedad Rural, y el paro internacional de mujeres. Sin embargo, las huelgas no fueron el único formato de lucha desplegado durante estos meses.
Gráfico 5
Los ataques, los cortes de calles y rutas, los bloqueos y las ocupaciones tienen su pico en las semanas 27 y 28. Como ya dijimos, las huelgas tienen su punto más alto en la semana 27. Las manifestaciones callejeras llegan a su máximo valor durante la semana 10. Las reuniones y asambleas tienen su punto de mayor frecuencia durante las semanas 6 y 7, y un repunte en las semanas 27 y 28. Las restantes formas de protesta agrupadas en la categoría ‘otras’ también tienen en la semana 27 su pico. Asimismo, cada una de estas formas de protesta presentan discontinuidad temporal, con mayor peso a partir de la semana 11. En este sentido, las reuniones y asambleas son las más afectadas. La excepción son las acciones comunicacionales. Esto es coherente con las vigentes condiciones de aislamiento. De hecho, su período de mayor actividad se da a partir de su pico en la semana 11 hasta la semana 20. Si bien, este formato de acción es frecuentemente el más extendido, el gráfico muestra que su peso relativo varía a partir de las condiciones de aislamiento, pues se torna un recurso estratégico para quienes quieren emprender una protesta en las actuales condiciones.
Gráfico 6: nube de palabras
Otro aspecto a indagar gira en torno a las dos etapas en que puede dividirse el año 2020: Pre-ASPO / ASPO. ¿Cuáles fueron los principales conflictos durante cada una de las etapas? Una primera aproximación a estos dos momentos la brinda el gráfico 6 que presenta en formato de nube de palabras los conflictos más destacados según etapa. En color verde se resaltan los conflictos del período de vigencia del ASPO y en color rojo oscuro se resaltan los conflictos del período pre-ASPO. En ambos universos es posible identificar sujetos, formatos y demandas.
Una segunda aproximación es posible gracias al modelado de tópicos que nos permite identificar temas diferenciables dentro de un corpus de noticias referidas a conflictos ocurridos en la ciudad.
Gráfico 7
El gráfico 7 muestra 9 tópicos referidos a distintos conflictos ocurridos entre el 1º de enero y el 19 de marzo de 2020. Por un lado, aparecen los conflictos de corte laboral y territorial. Por otro emergen conflictos como el referido al maltrato animal, a la violencia de género, la educación, el crédito, etc. En el gráfico 8, referido al período de vigencia del ASPO, ocurre algo similar: emergen conflictos laborales y territoriales junto a protestas de otro tipo, en este caso activadas de forma directa por las consecuencias del ASPO: denuncias de casos de covid, pedidos de reapertura, habilitación de actividades comerciales, deportivas y religiosas, emergencia de los CBE (Comités Barriales de Emergencia), etc. Los reclamos de los sindicatos, trabajadorxs precarizadxs y las organizaciones sociales, si bien arrastran demandas previas, también informan sus petitorios con aspectos activados por el ASPO.
Gráfico 8
Al igual que la nube de palabras, los tópicos nos permiten identificar sujetos, formatos de protesta y tipos de demandas. En relación con los sujetos, emergen con fuerza lxs repartidorxs, lxs colectiverxs, lxs recicladorxs, lxs comerciantes, las organizaciones territoriales, entre otros. Las formas de lucha de mayor presencia son los cortes con ollas populares, los paros de actividades, las denuncias y los comunicados. Finalmente, los reclamos más comunes fueron los relativos a protocolos en torno al covid, por salarios y condiciones de trabajo, reclamos por habilitación de actividades económicas, etc. Es decir, que se abrió todo un universo de reclamos asociados a las condiciones de existencia de amplias capas de la población como producto de la pandemia y los intentos gubernamentales para controlarla.
Aún quedan muchas aristas para desplegar el análisis de la conflictividad en el actual contexto de aislamiento físico, como por ejemplo la geografía de la protesta en la ciudad. Por eso, el presente informe será periódicamente actualizado. Las nuevas versiones del informe se basarán en los nuevos resultados que arroje el procesamiento del corpus de notas que contienen referencias a conflictos.
Anexo metodológico El revelamiento de las notas periodísticas se hizo con técnicas de web scraping. El análisis posterior de las notas se llevó a cabo con técnicas de procesamiento de lenguaje natural y minería de texto. Ambas etapas fuero llevadas a cabo en R Project (lenguaje de programación).
Foto: Qué digital